PINO SOLANAS EN MENDOZA - ACTO PROYECTO SUR

El pasado Viernes 22 de agosto organizamos un acto partidario de PROYECTO SUR MENDOZA, en el Club Sirio de la ciudad de Mendoza, que contó con la especial participación de Fernando “Pino” Solanas. Al acto concurrieron alrededor de 350 personas y el salón fue colmado con compañeros provenientes de varios sectores de la sociedad mendocina, que escucharon de manera atenta las elocuentes palabras de Pino. A continuación reproducimos las principales líneas que esbozó Pino acerca del impacto del modelo neoliberal en nuestro país durante los 90, la continuidad de la esencia del mismo bajo los gobiernos K, la depredación del medio ambiente causado por la explotación minera a cielo abierto, la regresiva distribución del ingreso y la necesidad de reconstruir el Movimiento Nacional de Liberación para cambiar la realidad de nuestra Patria. Aquí entonces, brindamos una síntesis de las ideas fuerza, de nuestras posiciones y propuestas junto con la construcción de este desafío, que expuso magistralmente Pino.

¿De dónde venimos nosotros?


Hemos vivido los últimos 40 o 50 años militando en causas nacionales, populares y democráticas, en causas antiimperialistas y antioligárquicas, para que no haya dudas. Hemos venido militando por el rescate de esta Argentina tantas veces traicionada, tantas veces entregada. Hemos venido militando para contribuir, junto con muchos otros compañeros y organizaciones sociales y políticas, a esta patriada por un rescate de esta patria que todavía está cautiva.
Protagonizar un auténtico cambio en paz y en democracia
Volver a rescatar el Movimiento Nacional que se remonta a la causa de la Independencia y la Emancipación Nacional.
Desde aquellos tiempos existe un debate inconcluso y un conflicto: entre quienes sostenían que era posible independizarnos y resistir las invasiones de las potencias de la época con nuestro propio esfuerzo (como en las invasiones inglesas) y quienes creían en la sumisión a través del concurso del capital financiero internacional
La saga histórica conflictiva entre liberación o dependencia.

Movimiento Nacional e integración latinoamericana para la gesta emancipadora de nuestros pueblos


El movimiento nacional no es otro que el movimiento de la causa de la emancipación latinoamericana, la vocación de construir una patria grande en democracia y en paz, para realizar los derechos sociales y humanos de nuestros pueblos. Para tener pleno dominio sobre los recursos naturales. Los recursos naturales son las piernas que tiene el cuerpo de una nación para caminar en su desarrollo. El colonialismo lo que vino siempre a buscar son los recursos naturales. Los ingleses diagramaron los trenes para sacar los recursos naturales y los alimentos y de vuelta vendérnoslo procesados.
Pero desde Potosí a la fecha, salvo algunos procesos auténticamente emancipadores, la línea de dominación del colonialismo económico sostenido por los gobiernos cipayos vernáculos se ha mantenido. Desde Potosí, donde se llevaban todo, a la Argentina de hoy han cambiado los métodos (no hay latigazos, se respetan ciertas normas laborales) pero el mineral y los metales argentinos se van de la Argentina sin ingresar hoy ni un dólar de sus ventas.


¿Qué tenemos nosotros por ser argentinos?

Para dar un ejemplo acerca de los recursos mineros. La Argentina en sus 4500 km de cordillera guarda la sexta reserva de metales del planeta. Es monumental. A los valores de hoy sobrepasa a los 250 mil millones de dólares, tratándose de las reservas de los yacimientos que el Estado Nacional ha detectado con inversión pública en diversas prospecciones geológicas.


La lucha por los Recursos Naturales

Cuando este agente de la Barrick Gold, el senador Gioja, hace declaraciones en Mendoza, de la riqueza que trae al país la minería a gran escala y habla que la modernidad es abrirse a la llegada de las corporaciones extranjeros, al ciudadano desprevenido le hace creer que efectivamente tenemos que abrirnos a la inversión extranjera porque van a traer mucha fuentes de trabajo y mucha riqueza para la Argentina. Pero la verdad es otra. Porque de la riqueza descomunal que se llevan de la Argentina, no ingresa nada. La minería es la única rama de la producción argentina que goza del beneficio de disponer libremente del 100% del recurso. Hablando en concreto: ‘te lo podés llevar todo y no necesitás traer los dólares de esas ventas internacionales a la Argentina.’ Esto es vaciamiento puro que no le deja un solo dólar de beneficio al país.
El mequetrefe del secretario de minería de la Nación, el joven ingeniero sanjuanino Jorge Mayoral (delfín de José Luis Gioja) que fue el presidente de la comisión de minería de la cámara de diputados durante el menemato, encargado de reformar toda la legislación minera argentina de acuerdo a la norma que el Banco Mundial dictó para reformar de manera casi idéntica en 70 países con reservas mineras. Esas leyes son un atentado contra la Nación porque eximen del pago de todo impuesto a las corporaciones mineras. El único impuesto que deben pagar es un máximo de 3% de regalías a las provincias y el impuesto a las ganancias. Pero las leyes aclaran que pueden descontar del impuesto a las ganancias todas sus inversiones. En consecuencia, como las inversiones en minería no se hacen el 100% de entrada, sino que se hace la inversión de manera paulatina a la explotación del yacimiento, todos los años las inversiones superan en los libros a lo que se llevan. Pero como en la Argentina no existe control de las inversiones extranjeras, desde Menem. En la Argentina, las inversiones extranjeras consisten en hacer marketing, colocar aviso a página entera para dar solidez en los diarios, inversiones por 4 mil o diez mil millones. No hay nadie que controle la verosimilitud de tales anuncios.


Las mineras como las petroleras extraen, producen y exportan sin control público

¿Cómo es esto? Es a simple declaración jurada de las empresas. Son las únicas ramas del empresariado, donde basta, como en una simple declaración ante un notario, lo que ellas dicen que retiran. Esto es una guasada. Suficiente para una demanda penal o una demanda por incumplimiento de las funciones de los altos mandatarios de la Nación.
El saqueo es la consecuencia de dos realidades, la desarticulación y destrucción del Estado, producida en los años 90 bajo el menemato y la desinformación, el engaño informativo y la censura producida por los grandes medios de comunicación. Ahí se inicia la aventura neoliberal de los 90, que terminó siendo el remate escandaloso del patrimonio público. No en balde las primeras medidas que toma Menem es la Reforma del Estado bajo la ley 23.696/89 (la ley más canallesca que votó el Parlamento argentino) con las privatizaciones y dentro de ellas la privatización de los canales de televisión, entregadas a los grupos económicos y las corporaciones trasnacionales. Fueron los que financiaron los Neustadt y los Grondona, a toda esta pléyade de lavadores de cerebros, especialmente de la conciencia nacional. Mientras el pensamiento nacional estaba absolutamente censurado en las radios y en la televisión, sobretodo en estos primeros años del menemato. A lo que se agrega la vergonzosa sumisión de las universidades, que se reciclaron a formar profesionales para la reproducción de la dependencia y el nuevo coloniaje argentino, no para la producción.


Las ventas de las empresas públicas argentinas significó también desarmar a la industria nacional.

La tecnología argentina se procesaba, sobre todo, en las grandes industrias públicas. Cuando desembarca una multinacional para fabricar en la Argentina un Ford o un Chevrolet no se está produciendo tecnología nacional. Viene hasta con las máquinas, el modelo lo pensaron los ingenieros y diseñadores norteamericanos. Acá reproducimos tecnología ajena.
En esa misma lógica, las empresas nacionales del Estado, como YPF, Gas del Estado, las fábricas de aviones en Córdoba con 11 mil ingenieros en Córdoba, la CONEA y Fabricaciones Militares, los Astilleros Navales se liquidaron y se desarticularon, tal es así que hasta suprimieron la ingeniería naval, la ingeniería en petróleo, la ingeniería en caminos y la ferroviaria. Es decir que suprimieron las ingenierías de la infraestructura de la Argentina. Cortaron el Plan Siderúrgico Nacional y privatizaron SOMISA, la principal acería del país. Todo esto fue un plan pensado afuera. Realizado en nombre de Juan y Eva Perón bajo el menemismo. ¿Hasta qué punto el cinismo y la hipocresía de estos canallas llegó? La fiesta y el saqueo continúan hasta hoy, siguen cantando la marcha peronista. Tomaron los planes del Banco Mundial y del FMI y del modelo neoliberal entero.¡Se hicieron cargo de Alsogaray y de la UCD!


Esto es Potosí

Para que tengan una idea de lo que invierten las mineras en la Argentina, en el año 2006 hubo una polémica en Catamarca con respecto a la mina La Alumbrera en Andalgalá. Se quejaron varios, incluso gente del PJ, de que la minera invertía poco en la provincia. Cuando llega una corporación a la provincia, invierte mucho en marketing y en publicidad, y promete mucho. Reparte un poco más de 10 millones de dólares en cajas sanitarias o con útiles escolares, sponsorea al club de fútbol o da becas de maternidad, pone avisos en los diarios y es DIOS. En esa polémica reconocieron que exportaban u$s 1500 millones anuales pero que era muy injusto decir que no invertían en mano de obra. En el ejercicio habían invertido 62 millones de pesos (poco más de 20 millones de dólares) en mano de obra… y ¡se llevaron 1500 millones! Y de esos salarios, sólo un tercio eran catamarqueños...
Lo que nos dejan las mineras es una difícil y profunda contaminación. La metodología de la minería a gran escala, es decir la minería a cielo abierto, que puede volar un cerro con 100 toneladas de dinamita cada mañana, y lo que provoca es una nube de polvo monumental que ahuyenta todo, aves, animales. Esa nube de polvo que baja hacia los valles son partículas de metales. En la montaña, en la roca, todos los metales se encuentran juntos. En algunos cerros predominan determinados minerales. En algunas hay un gramo de oro por roca o en otras hasta 4 gramos. A esa roca la machacan, la decantan en grandes piletones de agua mezclada con cianuro y otras sustancias químicas. Pero todo aquello, a la larga, filtra, porque la roca y la tierra tienen fisuras y movimientos y las explosiones dejan la roca al desnudo. El agua y el sol oxidan a la roca, puesto que esta es metal. Eso provoca el fenómeno contaminante poderosísimo llamado la lluvia ácida. Todo provoca un envenenamiento fenomenal que en algunos casos llega a ser mortal y en todos acortan la duración de la vida, con la aparición de enfermedades colaterales en animales y en humanos: hepatitis, cáncer y abortos prematuros.
La organización de las poblaciones y las protestas de los ambientalistas consiguieron que las legislaturas de 6 provincias trataran el tema y prohibieran la minería a cielo abierto con cianuro.


Todo lo podemos revertir

Bastaría con legislar acerca de la utilización de las aguas potables para acabar con esta minería contaminante. El ejemplo de Minera Alumbrera es elocuente: utiliza 80 millones de litros de agua pura o fósil diarios para lavar la roca con cianuro. Bastaría con que las legislaturas prohibieran la utilización de las aguas puras o potables para la explotación de tal actividad para revertir la depredación o simplemente imponerle un fuerte impuesto.
Un ejemplo contrastante de la explotación minera no contaminante: YPF del Estado perforaba con fluidos líquidos para no contaminar las napas acuíferas, aunque el proceso tardase un lapso mayor de tiempo.


Lo que rebasó el vaso

Todo esto es consecuencia del modelo neoliberal salvaje. La conciencia de todas estas cosas que están unidas nos puso nuevamente de pie y lo que rebasó el vaso fue la actitud de Néstor Kirchner de traspasar los yacimientos del petróleo a las provincias y dar piedra libre a la nueva festichola de la reprivatización del petróleo argentino. Mejor dicho, de venderle el petróleo que le pertenece a nuestros hijos y nietos; las concesiones de Menem vencían en el año 2017, violando la ley (que dice que pueden prolongarse y renegociarse los contratos 6 meses antes de que éstos terminen) los K lo hicieron diez años antes. A fines del 2006, Kirchner modifica la ley de hidrocarburos y le pasa todo a las provincias, los gobernadores (el Cobos incluido) dijeron: ¡ésta es la nuestra! Y prolongaron por 20 y 30 años las explotaciones. La más famosa de estas prórrogas fue Cerro Dragón, en manos de la British Petroleum, hecha hasta el año 2047. Cerro Dragón produce los petróleos más finos del país y posee el 25% de las reservas.
Argentina produce 240 millones de barriles de petróleo al año. Las petroleras vinieron a llevarse lo que había de manera rápida, perforaron con fluídos químicos y bombearon lo que había. De 26 años que había de reserva del petróleo, hoy sólo quedan 6. En el caso del gas, el país de poseer 37 años de reserva de gas, hoy le quedan nueve. Sólo construyeron 11 gasoductos, para llevarse el gas a Brasil y a Chile. En consecuencia, estamos ante una verdadera catástrofe. Este plan de Kirchner de dar luz verde a la reprivatización del petróleo efectivizando el movimiento secesionista iniciado en la Reforma Constitucional del año 94, donde el matrimonio K fue de los principales lobistas, fue lo que nos motivó a iniciar la nuestra.


El ladriprogresismo transversal K

En el mes de mayo del año pasado uno de los candidatos a la jefatura de gobierno era Carlos Heller, por el FPV. Esa elección se realizó bajo el manto del chantaje diciendo ‘somos el progresismo y la democracia y ahí con Macri está el regreso al pasado, la dictadura y el proceso’. Esto de Macri, seguramente es cierto. Ese mes se daba luz verde para hacer votar en Chubut la entrega por 40 años de Cerro Dragón, dando piedra libre a todas las provincias. En ese mismo mes, el Congreso Nacional recibía la orden de votar la Ley Antiterrorista (pro-norteamericana). ¡Un verdadero atentado contra los derechos y garantías individuales amparados en la Constitución Nacional!
Nos convencimos que esto era muy grave, porque sectores de la izquierda argentina y del progresismo mordían el anzuelo del llamado progresismo transversal y se subían al carro en el momento donde se producía una entrega tan feroz, tan traicionera y tan artera como la de Carlos Menem. No había sido casual que los funcionarios de la justicia de Kirchner encajonaran las causas penales contra Menem y la comisión de derechos constitucionales del Senado, presidida por Cristina Fernández de Kirchner legalizara la situación de Menem con decenas de causas penales en contra y le permitiera jurar como senador de la Nación el 10 de diciembre del 2005.
Por eso, los que muy atentos hemos seguido el derrotero de esta pareja presidencial, no nos pudimos tragar no un sapo, sino este rinoceronte envenenado. Y como todos los espacios públicos de comunicación estaban cerrados y ningún candidato electoral de las elecciones pasadas mencionaba el tema (un tema por el cual se invaden países y se bombardean ciudades enteras inocentes) dijimos, junto con muchos compañeros: ‘vamos a salir a toparlos para abrir el debate, denunciarlos y plantar las banderas para un proyecto de Reconstrucción del Movimiento Nacional.’



La reconstrucción del Movimiento Nacional

Propuesta amplia, generosa para todos los argentinos de buena voluntad, que hoy han dado un paso al costado, cansados de traiciones y dobles discursos. Reconstruir el movimiento Nacional sobre la base de la primera de sus propuestas: Nacionalizar todos los hidrocarburos y la gran minería. YPF fue la primera empresa estatal de Occidente, le enseñó el camino a Lázaro Cárdenas para fundar Pemex en el año 1936 y a Petrobras, que se funda el 1947. Mosconi demostró que se podía; en una patriada fenomenal, en tan sólo nueve meses YPF ya procesaba naftas nacionales y dos años y medio después inauguraba la destilería de La Plata y luego de ser encarcelado de manera canallesca por el Golpe fascista de Uriburu afirmó que tenía el orgullo de haber multiplicado por 400 veces el capital de la misma desde sus inicios. Lo hizo sin pedir un dólar afuera. Era una generación de patriotas. Mosconi demostró que para el desarrollo tecnológico industrial de la Argentina había que contar con la capitalización de nuestro propio esfuerzo y trabajo. Bombeaba, vendía y eso volvía a invertir en la compañía.
YPF y Gas del Estado sirvió para financiar el desarrollo industrial de la Argentina. La otra pierna fue la del campo. YPF sirvió para construir miles de km de carreteras, grandes ciudades, con usinas, con hospitales, con polideportivos, financió las represas hidroeléctricas, financió el Plan Aeronáutico Nacional, financió el Plan Siderúrgico, financió el Plan Nuclear Argentino. Independencia y Soberanía Nacional.


¿Desde dónde se construye la alternativa emancipadora de la Argentina HOY?

Unos dicen, ahora con el apoyo de determinados sectores del progresismo y de la izquierda, que se construye detrás de ‘este gobierno progresista’. Hay que ver que es defensor de Chávez y de Evo Morales. Nosotros hemos reconocido siempre las medidas positivas de este gobierno, porque sin ninguna alquimia electoral ni política a lo único que nos debemos es a lo que le hace bien a la patria y a nuestro pueblo. Lo que es bueno para el pueblo argentino, venga de quien venga, ganso o vivo, lo aplaudimos. Así aplaudimos en serio, las medidas de derechos humanos, consecuencia de la lucha de más de 30 años de los organismos de derechos humanos. Aplaudimos el NO al ALCA. No negamos las pocas reformas del gobierno K al modelo neoliberal de los ’90, ni el crecimiento económicos del 8% anual de estos últimos años.
Sin embargo, la fidelidad del gobierno K es con la esencia del modelo neoliberal.
¿Cómo se puede decir que el gobierno K es peronista cuando más del 40% de los trabajadores está en negro, compañeros?
¿Cómo se puede creer a la señora Presidenta en su ‘combate agrario’ que quiere distribuir las rentas extraordinarias y la riqueza cuando hubiese bastado bajar 1 punto el IVA para redistribuir u$s 1400 millones entre la población y no los u$s 850 millones del proyecto de la 125? Nosotros defendimos a ultranza las retenciones móviles y segmentadas pero lo que no quisimos avalar fue el negociado monumental que bajo el paraguas de la resolución 125 y con la complicidad activa de la Secretaría de Agricultura y la Aduana se realizó desde Noviembre del año pasado hasta marzo de este año con los principales monopolios cerealeros exportadores. Denunciado por nuestro diputado nacional de Proyecto Sur, Claudio Lozano, en nuestro propio proyecto junto con los diputados del SI y Emilio Martínez Garbino de Entre Ríos.
Un proyecto mucho más generoso porque bajaba el piso para los poseedores de poca tierra a través de las segmentaciones y planteaba distribuir ese excedente para esos 2/3 de los productores agropecuarios y de las economías regionales que no producen cereales para la exportación y que están hoy en la lona. También ese proyecto nuestro proponía en primer lugar, la investigación y castigo de los funcionarios públicos y a las multinacionales cerealeras exportadoras por este negociado infame. Nosotros criticamos tanto al campo como al gobierno, porque los dos en cuatro meses del conflicto dejaban afuera de la discusión a los principales actores que comen y devoran 1/3 de la renta agraria que son las multinacionales exportadores del cereal: Cargill, Dreyfus, Bunge, Aceitera gral. Deheza. Ninguno se metió con ellos. Fijan el precio, exportan en negro gran parte y triangulan hacia Uruguay y de ahí exportan al resto del mundo. Argentina ya demostró que con el IAPI y la Junta Nacional de Granos y de Carnes que ese 30% lo podíamos suprimir. Nada de esto tocaron. El país estuvo en vilo durante más de 120 días, el gobierno chantajeó con fantasmas temidos de la población, ‘que si no se apoya al gobierno en esta, se viene el golpe’, ‘si no vienen a la plaza, están con el golpe’. ¿Quién convocaba? El presidente del PJ, y en el palco estaban todos los monos del zoológico… y se fue a escuchar a Scioli… Todo esto se hizo por una resolución de 5 meses de vida, que terminaba en octubre; no se estaba votando por el Referendo Revocatorio de un gobierno...
La auténtica ‘Nueva Derecha’ no está encarnada en los chacareros y en la demonización de De Angeli; nosotros, desde Proyecto Sur, no hemos convalidado los cortes de ruta que terminaron en desabastecimiento o provocaciones, pero entonces, con este peculiar criterio ¿ a dónde colocamos a Manzano, a Cristóbal López, los testaferros de K, que manejan la timba, el casino, los bingos, y que ahora tienen una compañía de petróleo llamada Oil, que tiene más de una veintena de concesiones en la Patagonia? ¿A dónde colocamos entonces a Britos, a Eskenazi con la compra
del 15% de Repsol y la reprivatización de YPF? Esto es un escándalo.


Algún lado hemos de llegar… pero con la dignidad puesta.

Nosotros somos profundamente latinoamericanistas, y queremos llevar hasta las últimas consecuencias la construcción de la Patria Grande y UNASUR, pero en serio.
Las provincias hoy son rehenes de las corporaciones.
La unidad de la Nación es la unidad de sus recursos, como es la unidad de sus aduanas. No hay Nación sin integración nacional.
Nuestra propuesta retoma las grandes banderas emancipatorias de Yrigoyen y Perón, con todos los aportes del Movimiento Nacional.

En agosto del año pasado salimos al ruedo, también lo haremos en el 2009 y en el 2011. Yo estoy comprometido para encabezar la candidatura a diputado nacional por la Capital Federal en el 2009 y encabezar el Frente Nacional en 2011. (Aplausos).

Hemos creado un espacio que tiene propuesta en serio. La propuesta demuestra que nacionalizando el petróleo, el gas y la gran minería estamos recuperando una renta anual que hoy supera los 50 mil millones de dólares. Los 240 millones de barriles de petróleo al año a u$s 120 el barril, estamos en más de 30 mil millones, más 12 mil o 13 mil millones que da el gas, más toda la minería, que a ciencia cierta no sabemos cuánto llevan porque sólo pagan por 3 metales abordan aproximadamente esta cifra.

Por eso desde Proyecto Sur decimos que en un año terminamos con la indigencia y la pobreza extrema si recuperamos nuestros recursos y relanzamos las industrias públicas. La primera: ferrocarriles. La reconstrucción de las economías regionales y la integración de la nación sólo la puede asegurar el ferrocarril porque hasta hoy es el único medio de transporte que entra en cualquier pueblo, incluso en las peores condiciones climáticas. Por eso a ningún país serio se le ocurre suprimir el ferrocarril. Es como suprimir la electricidad. Con el 40% de lo que piensan gastar en el negociado del Tren Bala, la Argentina puede reconstruir los 18 mil km de vías nuevas (7 mil km para los ramales troncales interurbanos que iban al Oeste, al Norte, Noreste, y a la Patagonia , con 300 locomotoras nuevas y 16 mil vagones nuevos, como base).

Hay que rediseñar la Argentina. La riqueza y la capacidad científico – técnica de nuestro país nos asegura un nivel de autonomía y soberanía descomunal. Fíjense que la Argentina es capaz de ser la número 1 en la construcción de los más sofisticados reactores nucleares que existen. Ha ganado las últimas 4 licitaciones internacionales. Es capaz de construir satélites de última generación, hasta la NASA se los encarga al lNVAP. Tenemos cerebros y talentos en medicina y fisiología, estamos entre los cinco mejores países en bio-tecnología. Ni hablar de la riqueza pesquera, que la regalamos, no sabemos ni lo que se llevan.

Reconstrucción de las Empresas del Estado. Reconstrucción de la Defensa Nacional. Reconstrucción de la Flota de Marina Mercante Nacional. Argentina regala entre 4 mil y 5 mil millones de dólares anuales por no transportar las cosechas en sus barcos de bandera. La ley internacional de transporte de cargas le da el derecho a cada nación a transportar el 50% de cargas en barcos de bandera. Esa ley la utiliza hasta Bolivia y Paraguay que no tienen puertos marítimos.

Una propuesta de rescate para las FFAA para un proyecto patriótico para la emancipación. Reconstrucción del Estado para proteger al ciudadano.

No hay que perder más tiempo. El gobierno K en cinco años no reconstruyó ni la flota marina mercante, ni las empresas estratégicas del Estado ni el ferrocarril. Hoy pagamos 2 veces más en subsidios (3 millones de dólares diarios) al transporte, pero poseemos el 20% de la red ferroviaria previa al proceso de desguace de las privatizaciones del ferrocarril. No se hizo nada para reconstruir la fabricación nacional de aviones. Se regaló a los monopolios internacionales las rutas de cabotaje internas. Aerolíneas Argentinas era una empresa con un enorme prestigio, que hasta antes de su primera privatización, daba 68 millones de dólares anuales de ganancia. Tenía 28 aviones propios y uno alquilado, con oficinas propias en las principales ciudades del mundo, en París, en Francfort, Zurich y en Madrid. El gobierno K no hizo nada sabiendo que Aerolíneas estaba quebrada desde el 2002, fue cómplice en parte del saqueo del grupo Marsans y hoy el problema le estalló en las manos. No fue capaz siquiera de proponerle a un amigo como Chávez construir una gran empresa latinoamericana.

Todavía estamos bajo el resabio de una cultura de la derrota, que se nos ha infiltrado como un virus maligno. La cultura del “no se puede”, “no hagamos olas, no critiquemos que esto no es posible hacerlo”. La cultura de la derrota fue la cultura del oportunismo, donde vimos tantas piruetas que terminaron en derrotas, de compañeros que sufrieron persecuciones y que terminaron aceptando con resignación toda esta montaña de traiciones.

Nosotros estamos en otra. Estamos por esta propuesta, que la ARGENTINA PUEDE en el más breve plazo reconstruirse.

“¡Cinco años, compañeros, es una barbaridad de tiempo, carajo!“ — bramó Pino. El general San Martín, en El Plumerillo, aislado, casi sin recursos con una situación internacional adversa, con la Santa Alianza y la restauración de la Reacción Monárquica europea, la derrota de Rancagua en sus espaldas y la amenaza de Marcó del Pont, convocó a un cabildo aquí en Mendoza. Dijo: ‘desde mañana cobramos la mitad pero vamos a construir el ejército liberador’, y se hizo, sin industria y a pulmón, la Nación en armas, construyeron sables, fusiles, municiones.., ¿en cuántos años? Veinte meses… En enero de 1817 salían las columnas hacia los Andes.


Proyecto, Decisión y Organización. Unidad popular para reconstruir el Frente Nacional.

“No me vengan con que lo se necesita es tiempo” —rezongó Pino con justa razón, ya sobre el final de su discurso. “Lo que se necesita es proyecto. Y al Proyecto, Decisión y a la decisión, Organización. Energía y ética patriótica.”

Tenemos que “pasarnos la aspiradora” de “la cultura de la derrota” y desterrar la desconfianza que traemos tras largas derrotas en nuestras espaldas que no nos permiten lograr la unidad. Necesitamos la más fuerte UNIDAD POPULAR para reconstruir el Gran Frente Nacional con la decisión firme de transformar en paz y en democracia a este país.